En la Unidad de Oncohematología Infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, enfermeros y enfermeras se enfrentan con valentía y determinación al desafío de brindar atención a pacientes pediátricos con cáncer y enfermedades hematológicas. Este relato se inicia con la noticia de una guerra en Europa, lo que lleva a la unidad a movilizar voluntarios para traer a niños afectados por el conflicto a Madrid, donde puedan continuar con sus tratamientos.
El relato pone de manifiesto la rápida movilización y el compromiso del equipo de enfermeros, quienes, a pesar de las dificultades emocionales y físicas, se convierten en voluntarios para esta misión humanitaria. El viaje, realizado en un avión medicalizado del Ejército Español, está marcado por una intensa incertidumbre, pero, una vez en el país colindante al conflicto, los enfermeros demuestran profesionalismo, empatía y calidez humana al recibir a los niños y sus familias.
En la Unidad, los enfermeros enfrentan diversas situaciones emocionales, desde el doloroso momento de comunicar a una familia que ya no hay opciones curativas para su hijo, hasta experiencias de conexión especial con los pacientes.
El equipo de enfermeros relata experiencias vividas durante la guerra, desde refugiarse en los sótanos del hospital durante los bombardeos hasta superar las barreras idiomáticas mediante aplicaciones de traducción y gestos de aliento. Aunque la guerra añade dificultades al proceso de enfermedad, tanto los niños como los enfermeros demuestran una asombrosa capacidad de ser vulnerables y fuertes a la vez.
Laura Maqueda, María Garrido y Nicolás Justel